lunes, 29 de septiembre de 2014

Cronica Concierto Wire + Betunizer



Lecciones desde la humildad

                                               Fecha del evento martes, 22 de julio de 2014
                                               Sala Razzmatazz 3
                                               Ciudad Barcelona


                                            
Cuando Betunizer saltaron al escenario del Razz 3 dos decenas de personas eran su único publico. A la que con toda seguridad es la mejor banda de rock del país, poco pareció importarle. A medida que ellos desgranaban su setlist con una virulencia fuera de lo común, la gente iba entrando a la sala. Betunizer conscientes de que "Gran Veta" es un disco rozando la excelencia se basaron en el para apabullarnos con sus riffs cortantes, con unas lineas de bajo tan musculosas como llenas de ritmo y con unos golpes de batería que resquebrajaban nuestros tímpanos e incendiaban nuestros pies. Al acabar su actuación, su sonrisa triunfante nos alegro a todos. Tras ellos y con casi cuarenta años de carrera a sus espaldas Wire tomaron el escenario con un savoir faire de los que se saben por encima del bien y del mal a pesar de su modestia. Poco importa su casi nula comunicación con el publico, que ahora ya, casi parecía llenar el pequeño recinto barcelonés. En un setlist muy equilibrado entre sus clásicos temas del pasado y sus brillantes temas más recientes lograron intimidar a un publico veterano. Realmente ahí estábamos los de siempre. Pocas bandas de su época aun en activo logran conquistar al publico sin usar la baza de la nostalgia. De bandas actuales pocas están a su altura. Enemigo de los tapones que soy, sufrí/goce de lo lindo. Los temas de su ultimo trabajo "Change Becomes Us" suenan frescos, contundentes y son un tiro a quemarropa como sus temas más antiguos. Imposible destacar un tema por encima de otro. Aunque con una sublime y desgarradora "Harpooned" un tema inédito con el que finalizaron su actuación se ganaron el cielo y el corazón de los presentes. Colin Newman y su Airline junto al resto de la banda lograron crear una atmósfera de ruido tan intenso que era imposible respirar. Así entre aturdido y extasiado me aleje de las primeras filas. Volvieron para un bis, pero a mi ya todo me era igual. Solo intentaba reunir fuerzas para volver a casa tras posiblemente una de las mejores actuaciones del año. No solo por su calidad musical sino por su extremada intensidad sonica y emocional.

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